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CHISINÁU, MOLDAVIA. (Agencia Tribunera) – La selección italiana, esa misma que insiste en que tiene estirpe de campeón del mundo, firmó anoche un papelón de 90 minutos y un final bochornoso. Le ganó 2-0 a Moldavia, un país que solo existe en el mapa de las eliminatorias para hacer bulto, y ¡lo hizo con dos goles después del minuto 88!
Sí, estimados lectores: La todopoderosa Italia, con sus rutilantes figuras de WhatsApp y sus aires de grandeza, necesitó esperar que los jugadores de Moldavia tuvieran que cerrar la panadería o volver a la verdulería para meter los goles sobre la hora. ¡Un monólogo de 77% de posesión y 28 remates para recién meterla en el 88′! Una vergüenza.
El Arte de Jugar Mal Contra Nadie
El partido fue la radiografía perfecta de lo que es hoy la Azzurra: un equipo que amasa la pelota, se mira al espejo y, a la hora de patear, le da al banderín del córner. Enfrente estaba Moldavia (5-3-2), una formación que se para en el campo con la única instrucción de su DT de «que no duela tanto».
Pero los italianos, con Scamacca de delantero (un señor que parece haber olvidado dónde queda el arco), se estrellaron contra una muralla de jugadores que, seamos honestos, en la fecha pasada se comieron ¡¡11-1 contra Noruega!!
Mientras Noruega, el líder del grupo, le metía ONCE a estos mismos pobres tipos, Italia tuvo que recurrir a la épica del minuto 88 con un cabezazo de Mancini (el central, que es el único que parece tener sangre) y el broche de oro, en el 93′, de Esposito. Un triunfo que tiene gusto a derrota moral.
La Misión Imposible y la Condena Repetida
Con estos tres puntos que no sirven ni para comprar un gelato en Milán, Italia llega a 18 unidades y se sienta segunda. ¿Y la clasificación directa? ¡Ja!
El grupo lo lidera Noruega con 21 puntos y una diferencia de gol que es directamente una burla: +29 contra el patético +12 de los italianos.
La Azzurra necesita ganarle a Noruega en la última fecha ¡¡POR NUEVE GOLES DE DIFERENCIA!!
Sí, leyó bien. Nueve. ¡Necesitan meterle un 9-0 o un 10-1 a la mejor selección del grupo! Un escenario que ni en el más ebrio de los sueños de los Tifosi sucederá.
Conclusión Tribunera: Italia está virtualmente condenada a jugar el repechaje, ese infierno que ya visitó y que le costó el Mundial pasado. La estirpe Azzurra ya no existe; lo que queda es un equipo que sufre para ganarle a Moldavia y que depende de un milagro que no va a llegar.
¡Que empiecen a rezar, porque el repechaje es la tumba de los «grandes» que juegan como chicos!
