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No decepcionaron para nada. Cumplieron con su promesa de ir a buscar la clasificación de una, sin alargue. Italia y Bélgica jugaron a cara de perro con miras de liquidar la clasificación de una. Barella e Insigne fueron los dueños de los goles azzurros, mientras que Lukaku de penal puso incertidumbre y dramatismo.
En la cancha se vio mucho sacrificio y entrega en ambos frentes. Los Diablos Rojos arrancaron dando el primer susto con una pelota filtrada desde el campo belga hacia un Lukaku que entró solo al área para mandar la pelota arriba, pero la jugada quedó anulada por posición adelantada. Iban apenas cuatro minutos.
Cerca del primer cuarto la azzurra reaccionó cuando tras una pelota que cayó en el área Bonucci rompía el cero, lo rompía porque al final no lo rompió debido a que el VAR indicó que estaba más de medio cuerpo adelantado.
Al estar todo igual los belgas se fueron encima de la defensa «tana». De Bruyne vio que los azzurros daban espacios por lo que sacó un remate de gol que fue desviado en palomita por Donnarumma, terminando en córner.
Italia estaba adelantado porque no es la Italia de los ’70 y ’80 donde apelaban al «catenaccio» donde se tiraban atrás cerrando espacios y cuidando el cero con recelo. Entonces, cada espacio era ideal para sacar un zapatazo o entrar como lo hizo De Bruyne cuyo disparo fue desviado por Donnarumma al córner. Acto seguido Insigne salió jugando, tocó para un compañero y voló a su posición de ataque donde recibió la pelota, dejó belgas por el camino para sacar un pelotazo que se fue apenas por encima del poste.
Italia fue tomando confianza a tal punto que en el minuto 31 Nicoló Barella se encargó del poner 1-0, luego de una pelota producto de un tiro libre, un mal despeje y una guapeada para anotar.
Italia estaba más segura con ese tanto ante una Bélgica que lo sintió. El estado emocional azzurro fue más que unos Diablos Rojos que demostraron ser unos pobres diablos que hacen ruido, más ruido pero que en las bravas hacen silencio.
En el minuto 44 los belgas lanzaron un corner que terminó en gol italiano. Mal parados y desbalanceados los Diablos Rojos fueron superados por los azzurros que en pocos toques el llegaron a su campo donde Insigne entró con la pelota dominada, enganchó y con todo el tiempo pudo acomodarse y sacar un zapatazo brutal que terminó incrustada en el ángulo de Courtois.
Rápidamente los belgas fueron al área itálica, penal y gol de Lukaku que descontó.
En la complementaria Bélgica intentó gracias a las jugadas de Doku y una muy especial de Lukaku quien entró a toda potencia al área cuya pelota que iba con camino de gol fue desviada por el taco de un Spinazzola que se llevó un beso de su arquero Donnarumma, pero lamentablemente debió abandonar el campo de juego víctima de una rotura de talón de aquiles.
Doku seguía con el ataque a cuestas, de ahí tras una jugada similar al gol de Insigne, con pelota cruzada y puesta hacia los costados logró sacar un pelotazo que terminó por encima del ángulo.
Donnarumma tuvo tiempo para alguna atajada más, pero lo cierto es que Bonucci y Chiellini sacaron todo de su área e Italia terminó triufante.
Italia ganó todos sus partidos hasta ahora y será rival de una tambaleante España que por penales eliminó a Suiza.
@lostribuneros
