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La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) decidió despedir al seleccionador Luciano Spalletti tras la estrepitosa derrota por 3-0 frente a Noruega, en el debut de las eliminatorias rumbo al Mundial 2026. A pesar de su destitución, el exentrenador del Napoli permanecerá en el cargo para dirigir su último partido ante Moldavia, el próximo lunes.
En conferencia de prensa, Spalletti aclaró que no renunció, sino que fue “removido” por decisión dirigencial. Aunque expresó su pesar por los resultados, mostró voluntad de continuar, pero interrumpió abruptamente la rueda de prensa al ser consultado sobre una supuesta traición del plantel.
Este abrupto final se suma a una serie de malos resultados bajo su gestión, incluyendo la temprana eliminación en octavos de la Eurocopa 2024 y un flojo rendimiento en la UEFA Nations League. Spalletti asumió en septiembre de 2023 tras la salida de Roberto Mancini, con contrato hasta 2026, pero no logró consolidar una idea de juego ni resultados positivos.
Entre los candidatos a sucederlo se mencionan Claudio Ranieri, recientemente retirado de los banquillos, y Stefano Pioli, actualmente al mando del Al-Nassr saudí.
Italia enfrenta un nuevo proceso de reconstrucción, con la necesidad urgente de evitar una tercera ausencia consecutiva en fases finales de Mundial, tras los fracasos de 2018 y 2022.
