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Otra anécdota más se sumará a la riquísima historia futbolera uruguaya; Peñarol y Nacional, que rivalizan desde hace ya 122 años, abieron la temporada clásica de este 2022 con un resultado insólito y por causa de la madre natura.
Los Decanos de América jugaban en el estadio Centenario el partido clásico por un torneo de verano. Iban igualados en cero hasta el minuto 80. Una tormenta descomunal se desató sobre el Río de la Plata, mientras que en el Gran Buenos Aires era suspendido el encuentro amistoso femenino de Lanús con Juventud Unida de San Miguel, en Montevideo los carteles volaban a lo largo y ancho del primer estadio mundialista de cemento.
La puja, por causa de las inclemencias del tiempo y el riesgo que corrían tanto futbolistas como espectadores, debió ser suspendido temporalmente, sin embargo, el referí Leodán González, al ver que la tempestad iba para largo, optó por suspender el encuentro cuando iban 0-0.
Como debía haber un ganador como sea, optaron por ir a un sorteo, donde terminó ganando Peñarol, quien se quedó con el trofeo.
En 122 años de rivalidad, Peñarol (1891) y Nacional (1899), vivieron miles de historias como el Clásico de la Valija, donde la pelota pegó en el maletín del médico que estaba atendiendo a un futbolista a un costado del arco, para colarse dentro del arco, siendo valiado el tanto dado a que el objeto estaba dentro del campo de juego.
