Sabido es que desde hace más de dos décadas, el fútbol argentino vive un caos de calendarios, días, horarios, canchas, etc. Pero ahora hubo una nueva: un partido un lunes a las 11 de la mañana, pleno momento laboral de la ciudadanía argentina.
Es cierto que Estudiantes de San Luis debió aplazar su partido con Independiente Rivadavia por la penúltima fecha de la Primera B Nacional, ya que el domingo llovió fuerte en la provincia sanluiseña y el campo no estaba en condiciones. Así se pasó el encuentro, pero no para las 7 de la tarde o de última las 9 de la noche, sino a las 11 de la mañana. A este novedoso momento futbolero, ambos jugaron y el empate sin goles dejó a Independiente Rivadavia aún fuera del descenso, pero al borde de bajar al Torneo Federal A. Estudiantes ya descendió la semana anterior al mismo nivel, el del interior del país.
Diego Martín Yamus.