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El fútbol en Brasil es prácticamente una religión, y como tal, debe ser tratado con mucho cuidado, aún más, cuando se hable del mismo por medios masivos de comunicación.
El “Jornal Nacional” es un informativo emitido en horario central, cuenta con una audiencia estimada en 40.000.000 de telespectadores por cada emisión, que va de lunes a sábado. Por lo que tuvieron que utilizar “guantes de látex” y “pinzas” para tocar un tema tan sensible como fue la derrota por 7-1 de Brasil contra Alemania.
Para evitar una hecatombe, una pueblada, en un público exquisito, acostumbrado a ver ganar a su selección, los periodistas tuvieron que maquillar sus lágrimas, sin falsas sonrisas, colocaron paños fríos y apelaron a “la vida no se acaba por un partido de fútbol”.
Mostraron sí la goleada, le pusieron bastante humor autocrítico, y no paraban de decir “es deporte”.
No sólo ese medio trató de “calmar” las aguas y evitar algún tipo de hecho lamentable en un pueblo que el fútbol, en muchos casos, vale más que la propia vida. Marcando claramente el rumbo.
En el informativo de Curitiba, por ejemplo, una filial de la Rede Globo, invitó a un psicólogo que de una manera muy clara le habló a la población, y muy bueno fue el remate de la conductora Thays Beleze quien dijo “ninguno de ellos va a ir a pagarte la luz y el agua, arriba que la vida sigue”.
Hubo hechos de violencia, es cierto, rompieron el patrimonio público, también hubo peleas, pero de eso se habló muy al pasar, y se hizo hincapié en otras cuestiones mucho más importantes.
Por fortuna, por una vez en la vida, los medios hegemónicos brasileños pararon de lucrar y pensaron en la gente.
@lostribuneros
