La situación económica argentina es paupérrima. La inflación es galopante. El crecimiento de la pobreza es abrumador. Nadie quiere bajar la pelota, mucho menos la AFA, quien la tiró para arriba con un nuevo aumento del precio de las entradas.
Entre que no hay un «mango», el dólar ilegal que se va por las nubes y que arrastra toda la economía argentina, ahora se suma que los boletos para entrar a ver un partido de fútbol se encarecen más.
La AFA dictaminó que para ver un partido por la Liga Profesional deberás abonar un mínimo de 1800, tratándose de la popular, para tomar un ejemplo. Para ver fútbol de la segunda catería «Primera Nacional», deberás pagar 1500, para la Primera B (tercera categoría) 1200, la Primera C es de 1050, mientras que la Primera D vale 800.
Para el fútbol femenino semiprofesional el costo es de 1050 pesos, mientras que para futsal la entrada quedó en 800.