Las Matadoras precisaban de la victoria ante la ya clasificada Fénix, de local en el predio «Nito San Andrés», para sostenerse en carrera en el torneo de AFA de la Primera C, rumbo al reducido. Sin embargo, el cotejo no pudo llevarse a cabo dado a que no se presentó la ambulancia, tal cual como exige el reglamento.
Tigre, dirigida por el «Colo» Raúl Maiola, debía ganar este juego para vérselas en la jornada siguiente con Quilmes, que brega por la clasificación y esperar una mano de Laferrere o Berazategui, pero esto quedó en ilusiones nomás porque luego de esperar por apoximadamente una hora, pese a las gestiones de las autoridades del femenino de las Matadoras, y la buena predisposición de Fénix, finalmente el referí decidió dar por suspendida la puja.
El reglamento marca que ante la falta de médico y/o ambulancia de alta complejidad el encuentro debe ser suspendido, quedando los puntos para el visitante. No obstante, esto deberá oficializarlo el Tribunal de Penas de la AFA.
Las futbolistas de Tigre, como la gran mayoría de las jugadoras de fútbol de categorías de ascenso, son totalmente amateur que, en muchos casos, deben abonarse los viáticos y hacer de tripas corazones para no faltar a ningún entrenamiento ya que la actividad año a año va creciendo a ritmo vertiginoso donde los equipos son cada vez más competitivos.