La CONMEBOL y su presidente, Alejandro Domínguez, enfrentan durísimas críticas tras el fallecimiento del jugador de Nacional, Juan Izquierdo, durante un partido de la Copa Libertadores en el estadio Morumbí. Las autoridades de la confederación no se pronunciaron para ofrecer condolencias a la familia y al club, lo que ha generado indignación en el mundo del fútbol.
Lo más llamativo es que, mientras la conmoción por la muerte de Izquierdo sacudía a Uruguay, Domínguez se encontraba en el sorteo de la UEFA Champions League, un evento ajeno a su jurisdicción. Esta actitud fue vista como una falta total de empatía y respeto hacia un jugador que murió compitiendo en un torneo organizado por la CONMEBOL.
«Carroñeros» y Oportunistas
Aprovechando el dolor y la distracción por la tragedia, la CONMEBOL anunció severas sanciones a los jugadores de Uruguay por incidentes ocurridos en la pasada Copa América. Este momento inoportuno solo añadió leña al fuego, siendo calificado por muchos como una movida «carroñera» y fuera de lugar.
Las redes sociales explotaron con duras críticas hacia Domínguez y la CONMEBOL:
Twitter:
Miguel (@VoyConBirra):
“Ni un solo representante de @CONMEBOL vino a Uruguay a despedir a Izquierdo. Alejandro Domínguez? En el sorteo de la Champions. Juan falleció jugando la Conmebol Libertadores. Lo de estos tipos es absolutamente nefasto.”
Out of Context Libertadores (@OoCLibertadores):
“Alejandro Domínguez, presidente de la CONMEBOL, eligió estar en el sorteo de la Champions League en lugar de asistir al último adiós a Juan Manuel Izquierdo en Uruguay. SIN PALABRAS.”
Martín Charquero (@MartinCharquero):
“Alejandro Domínguez no vino al velatorio de Juan Izquierdo. Tampoco ningún integrante de Conmebol. Ni Pumpido. Nacho Alonso estuvo en representación de la AUF. CERO EMPATÍA.”
Diego Vicente (@DiegoVicente09):
“Me sumo a las palabras. Lo único que te faltó es arrobarlos @CONMEBOL @agdws.”
Tony (@TonyManya1891):
“El día del fallecimiento largaron las sanciones para la selección también, son una mugre la conmebol.”
Las acusaciones son claras: la CONMEBOL ha demostrado una falta total de humanidad y respeto hacia sus propios jugadores. Domínguez, lejos de mostrar sensibilidad, prefirió asistir a un evento ajeno, ignorando el dolor que sufre la familia del jugador y el club. Esta situación reabre el debate sobre la desconexión entre las autoridades del fútbol sudamericano y los verdaderos protagonistas del juego.