«Los goles se hacen, no se merecen», dice un viejo refrán, gran verdad, gran. El hecho es que el Clásico de Avellaneda, válido por la jornada 7 de la Copa de la Liga terminó en una increíble victoria de Racing sobre Independiente en pleno Libertadores de América. Independiente paseó a la Academia hasta que éstos se aburrieron y dieron el zarpazo sobre el final.
La oncena de Fernando Gago entró al Libertadores de América con un gol abajo del brazo luego que Gabriel Hauche anote el primer gol del cotejo en el tercer minuto de juego. La conquista del futbolista académico fue el fiel reflejo de lo que Racing propuso durante los 87 minutos posteriores, que fue poner la pelota al piso, buscar espacios e ingresar al área de manera punzante, letal. Así fue el gol, surgido luego de una entrada punzante por el sector izquierdo, reacción tardía de una defensa que aún estaba fría, pelota que rebotó en el parante y un Hauche que estaba atento para recoger ese balón de un zapatazo mandarlo al fondo de las piolas.
Sin dudas fue una suerte de golpe bajo que la visita te haga un ataque a fondo cuando apenas una par de minutos antes habían sacado del medio y que encima termine en gol.
El hecho que la pelota quedó para un Independiente que tuvo la obligación de salir a buscar el encuentro ante un Racing que esperó atrás ordenado. Mucha fue la garra que debió poner en el campo la defensa académica compuesta por los centrales Insúa y Cigali, y ni hablar la prestancia del «Chila» Gómez que gracias a dos espectaculares atajadas impidieron que el Rojo logre su objetivo.
De la mano de Eduardo Domínguez, Independiente propuso. El esquema era totalmente ofensivo y bien balanceado en el fondo. En la segunda parte el conjunto Rojo ahogó a un albiceleste que no lograba pasar la mitad de la cancha, debiendo atrincherarse en el fondo resistiendo la tormenta de balones que caían en el área por parte de Leandro Fernández, Alan Soñora, este último ingresó en el entretiempo por Benavídez.
El gol del empate de Independiente fue una expresión de justicia por todo lo visto. Lucas González llevaba diez minutos en la cancha cuando en el minuto 55 recibió una pelota pasada la mitad de la cancha, a todo vapor aprovechando los espacios enormes que Racing le daba, preparó el terreno para correr, tomar impulso y en total soledad luego de sacarse a un adversario de encima sacó un remate que acabó en el justo empate.
La hinchada de Independiente que colmó el Libertadores de América al únisono gritó ese gol con una sensación de alivio notoria. Tras ese gol el público arengaba por más. Entonces el Rey de Copas fue por más pero el palo les dijo que no igual que el Chila Gómez.
Sin dudas la suerte no estaba del lado del Rojo, sí, la suerte, porque estaban haciendo todo bien y, muchas veces para ganar hay que tener ese toque de la Diosa Fortuna, toque que sí tuvo Racing.
Gago se dio cuenta de que estaban dando demasiados espacios, entonces, metió mano en el equipo mandando dos cambios al hilo ocho minutos después del empate. Puso en la cancha a Martínez por Alcaraz y Rojas reemplazó a Chancalay. Diez minutos después Nery Domínguez cedió su lugar a Moreno y Gómez le dio su espacio a Leonel Miranda.
Si bien Independiente presionaba y generaba situaciones, en ningún momento se lo vio incómodo a Racing. Los académicos sabían que debían luchar cuerpo a cuerpo ante un Rojo que les iba a apedrear el rancho. Benegas y Soñora fueron los más punzantes del equipo local pero el Chila les dijo que el arco a partir de ese momento estaba cerrado.
Cuatro minutos faltaban para el final. Resultado incierto pero con una clara inclinación hacia filas de Rey de Copas, sin embargo, cuando nadie daba nada, una pelota jugada por la izquierda fue cruzada al centro del área, futbolista que con la cabeza le da un pase a un Enzo Copetti que estaba atento entre los defensores para sorprenderlos son su pie para poner el inesperado 1-2.
La conquista de Racing desmoralizó a un Independiente que fue ya por impulso y sin guión a encarar a la defensa académica que no pasó zozobra para nada, ni debieron terminar pidiendo la hora.
Lo cierto es que la Academia ganó como hay que ganar un clásico: con sobriedad, idea de juego y contundencia.
Racing ahora es líder de la Zona A a la espera del resutlado de River ante Boca, que juegan este domingo. La victoria de Boca los dejaría arriba.
Independiente cae en picada en la tabla de la Zona B al noveno puesto quedando muy detrás de un Estudiantes que juega su clásico con Gimnasia y Esgrima. Por ahora el Rojo va séptimo con siete puntos.