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La hincha del Gremio que generó la expulsión de su equipo de la Copa de Brasil por pasarse todo el partido llamando «mono» al arquero del Santos, vive un verdadero infierno, luego que, además de sufrir un apedreo en su casa, ahora se la incendiaron.
Patricia Moreira, sin dudas, se arrepintió hasta lo más profundo de su accionar durante el partido por la Copa de Brasil, dónde se pasó gritándole «mono» y otro tipo de improperios de corte racista al arquero Aranha, lo que le valió una multa al popular club gaúcho, la suspensión de un sector de su estadio y la expulsión de la Copa de Brasil.
La hincha de 23 años, que fue pescada in fraganti por la televisión insultando al cuidapalos, fue despedida de su trabajo al otro día, cuando tomó estado público, pero no solo eso le pasó, también fue procesada por actos racistas, enfrenta un juicio, sufrió amenazas de toda índole por las redes sociales, y de yapa, además de haber sido víctima de un apedreo a su casa, se la incendiaron.
La policía pudo detener y poner a disposición de la justicia a su agresor, un hombre de 28 años, quien al incendiar la casa se quemó una mano.
La joven reside en el norte de la ciudad de Porto Alegre, y una vecina de enfrente al ver que le estaban incendiando la casa llamó a los bomberos y a la policía. Varios vecinos salieron de sus casas a apagar el incendio, logrando palearlo hasta la llegada de los bomberos.
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