El equipo del «Globito» aprovechó las distracciones de su rival San Lorenzo y le ganó con claridad 3-1. Jugaron en Mar del Plata tras 42 años. Montenegro clavó una pelota en el ángulo, mientras que «Wanchope» Ábila puso su sello también.
Télam. En Mar del Plata no jugaban desde el verano de 1974, ocasión en la que los Quemeros se impusieron por 2-1 con tantos de Roque Avallay y Miguel Ángel Brindisi. Antonio García Ameijenda fue autor del tanto Azulgrana.
La historia se repitió en el inicio del 2016, aunque con un partido raro, en el que San Lorenzo fue superior en el primer tiempo, en el que se fue en desventaja por el golazo de tiro libre de Montenegro, a los 44 minutos.
El equipo dirigido por Pablo Guede, con un 4-1-4-1, tuvo una mayor tenencia de la pelota, fue más profundo en ataque y además contó con las chances de gol más claras. Pero no las plasmó en el marcador.
Huracán, con un 4-2-3-1, aprovechó muy bien su momento en el final de la primera etapa y en el comienzo de la segunda liquidó el clásico con una preciosa definición de Ábila, a los 7m.. Y casi de inmediato hubo un gol en contra de Caruzzo, a los 11m., que ensanchó la diferencia.
Antes y después, San Lorenzo, chocó con la enorme figura de Marcos Díaz, el arquero Quemero, pero también con su falta de puntería, más allá del descuento de Quignon, a los 32 minutos.
Pero lo más preocupante para el DT Guede fue la enorme cantidad de errores en defensa, algo que fue determinante para la victoria de Huracán.
Domínguez, además de la alegría por ganar otro clásico (el segundo consecutivo como DT), se llevó un par de buenos rendimientos de sus jugadores, como los de Díaz, Mariano González y Montenegro, aunque también varios aspectos del juego para corregir, especialmente en defensa.
Fuente: Télam
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