Más allá de la exageración de muchos medios argentinos que titularon de manera trágica que se había derrumbado una tribuna tras el gol de Éver Banega, el hecho es que ocho personas resultaron heridas, sin gravedad por fortuna, tras haberse caído una valla que separa la cancha de la platea.
Los eufóricos hinchas estallaron de júbilo luego de que el ex Boca Juniors, de penal al minuto 59, ponga las cosas 2-0 para los sevillistas sobre Eibar.
La alegría descontrolada tomó cuenta del sector donde ocurrió el incidente que por las buenas condiciones de seguridad del estadio, no acabó en tragedia y apenas con heridos leves.
Sevilla llegaba de golear por 3-0 al Real Madrid por la jornada 6, y en la 7 continuó su senda victoriosa.
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