Los jugadores bolivianos iniciaron una huelga justo el fin de semana que debía darle el inicio al campeonato local. El Torneo Apertura se vio sin estreno luego que los futbolistas reclamen deudas de varios clubes de primera división.
El Comercio:: La primera jornada del torneo Apertura boliviano, que debía disputarse hoy y mañana, fue aplazada sin fecha después de que el sindicato de jugadores no autorizara a sus afiliados a presentarse en los partidos por una deuda de más de USD 100 000 que un club tiene con dos futbolistas.
El asesor legal de Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol), David Paniagua, declaró a EFE que esta semana esa organización dialogó con varios clubes sobre demandas laborales de 49 futbolistas, logrando acuerdos para 47 de los casos.
Sin embargo, según explicó, el Oriente Petrolero se niega a pagar las deudas que tiene con el delantero Juan Carlos Arce, por 62.000 dólares, y con el centrocampista Joselito Vaca, por USD 43 400.
«El club Oriente Petrolero, sin ningún fundamento legal, se ha negado a cumplir con lo que dice la norma. Y como la Liga no toma ninguna sanción contra este club, no nos dejan otro camino que paralizar el torneo», dijo Paniagua.
Aclaró que la decisión de no jugar se aplica solamente al torneo local y se «respetará» la participación del Oriente Petrolero, el Aurora y el Universitario en la Copa Sudamericana, en la que esos equipos debutarán la próxima semana.
El torneo local debía comenzar hoy con el encuentro entre el Real Potosí y el recién ascendido Petrolero, un equipo del pueblo sureño de Yacuiba, cerca de la frontera con Argentina, y su suspensión enojó a los dirigentes de ambos clubes.
El comité ejecutivo de la Liga boliviana lamentó en un comunicado la posición asumida por el gremio de futbolistas por el «grave perjuicio» que supone para los doce clubes de la primera división. «La no realización de la primera fecha es absoluta responsabilidad de Fabol y sus agremiados, así como las consecuencias del mismo», agregó la institución, que se reunirá este lunes en la ciudad central de Cochabamba para analizar la situación.
Según esa entidad, la situación de los más de 300 jugadores de la Liga «está completamente solucionada» y el único caso pendiente es el de Arce, lo que «no es argumento suficiente para que Fabol determine la suspensión de la primera fecha». Paniagua insistió en que son dos los jugadores que aún tienen problemas y justificó que «el permitir que empiece el torneo sería aceptar una discriminación contra» ellos.
Fuente EL Comercio.com/EFE
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