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Un trágico episodio de violencia entre hinchas sacudió al fútbol brasileño. Víctor Miranda, de 30 años e integrante de la barra “Máfia Azul” de Cruzeiro, perdió la vida al ser carbonizado luego de que el bus en el que viajaba fuera atacado por un grupo vinculado a la facción radical del Palmeiras, “Mancha Verde”. El ataque dejó además a siete heridos con traumatismos de cráneo, mientras que otros dos fueron baleados y trasladados de urgencia a hospitales cercanos.
Cóctel molotov en el ataque
El incidente ocurrió en la localidad de Mairiporã, en el interior del estado de São Paulo, cuando el autobús regresaba a Belo Horizonte tras el partido en el que Cruzeiro cayó 3-0 ante Athletico Paranaense en Curitiba. Según fuentes locales, el ataque habría sido ejecutado con un cóctel molotov que provocó el incendio del vehículo. La emboscada ocurrió en plena carretera, dejando a los pasajeros atrapados y sin posibilidad de escapar rápidamente del fuego.
Víctor Miranda fue identificado como la víctima fatal, mientras que las autoridades continúan investigando el caso para identificar a los responsables del atentado. La policía ha indicado que ya se ha reforzado la seguridad en torno a los clubes y que se investigan las cámaras de seguridad en la ruta del ómnibus.
Violencia sin control en el fútbol brasileño
Este lamentable episodio es el reflejo de un problema creciente de violencia en las barras del fútbol brasileño. Las rivalidades entre facciones radicales se han salido de control en varias oportunidades, cobrando vidas e instaurando un clima de miedo en los entornos de los partidos. La situación ha reabierto el debate sobre las medidas de seguridad necesarias para frenar estos hechos, con voces que piden sanciones más duras para los clubes y mayor intervención de las autoridades.
El hecho también pone presión sobre las federaciones para implementar medidas preventivas más severas en el seguimiento de los desplazamientos de hinchas en las competencias nacionales.
