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El primer jugador del fútbol japonés en emigrar a Europa fue Yasuhiko Okudera, a mediados de los ’70. Tendrá un lugar en el Salón de la Fama de Tokio.
Okudera fue el primer futbolista japonés en emigrar al fútbol europeo en octubre de 1977, y a su vez, fue el primero en convertirse en profesional.
El Hamburgo de Alemania, al igual que otros clubes de ese país, comenzó a buscar talentos muy buenos y a bajo costo en el mercado asiático, logrando dar con un jugador que hizo historia: el japonés Okudera.
Ganó la Bundesliga y la Copa de Alemania, ambos trofeos en 1978. Luego pasó a jugar con el Werder Bremen y salió tres veces vicecampeón de liga.
Tras la excelente actuación del volante, su compatriota Ozaki, a fines de los ’80, entró al balompié alemán.
Al sentar precedentes y dejar en claro que los jugadores japonenses no tenían nada que envidiarle a nadie, crearon, en 1992, la liga profesional «J-League» y por eso hemos conocido y conocemos figuras como Nakata, Miura, Honda y Kagawa, entre otros.
Okudera tiene 62 años. Comenzó trabajando en una empresa, como tantos jugadores nipones de aquella época, y los fines de semana jugaba en el equipo de la firma, hasta que la varita mágica lo toco.
El viernes 21 de noviembre de 2014 será recordado por el jugador, ya que lo han incluido en el Salón de la Fama de su pais, como el precursor del balompié japonés.
@lostribuneros
