Brasil llegaba a Chile 62 con la ilusión y casi la obligación de repetir el título de Suecia 58. Más si sus superastros Pelé y Garrincha estaban en su apogeo. Sin embargo, el Rey se iría demasiado pronto gracias a una lesión y la verdeamarilla se debería arreglar como pudiera hasta la final.
El 30 de mayo, en el estadio Sauzalito de Viña del Mar por el Grupo 3, el diez y sus compañeros debutaron con un esforzado 2 a 0 a México, con un gol de Pelé. El segundo encuentro era el 2 de junio en el mismo lugar, contra Checoslovaquia que había arrancado batiendo a España. Era un encuentro difícil pero los de Aymoré Moreira dominaban. Hasta que cerca del descanso, Pelé (que venía con problemas en la ingle) intentó marcar con un remate de larga distancia y cayó como fulminado al suelo, con un desgarro en la zona. Debió dejar la cancha, el partido y el Mundial y a Brasil con diez jugadores (no existían los cambios), con lo que los checos se sintieron cómodos y sacaron un valioso empate a cero que casi los clasificó a los cuartos de final.
Desde ese momento, fue el delantero Amarildo, uno más del plantel, que asumió la enorme responsabilidad de reemplazar al irreemplazable Pelé. Pero lo hizo tan bien que dos goles suyos permitieron vencer a España 2 a 1 tras ir perdiendo y pasar a cuartos. Y la figura de un encendido Garrincha haría el resto ante Inglaterra en esa instancia y ante Chile en semifinales. Pero Brasil y Chile 62 ya no eran lo mismo sin el rey del fútbol.
Diego Martín Yamus