Para el Mundial de Chile en 1962, los sudamericanos eran el Brasil de Pelé (campeón reinante), Argentina, Uruguay y el local. Pero también estaba por primera vez un entonces humilde Colombia. Nadie daba nada por los surgentes cafeteros, por más que los dirigiera una gloria como Adolfo Pedernera. Sin embargo, no desentonaron a pesar de no ganar: le complicaron la vida a la misma celeste y produjeron una hazaña al remontar una goleada a la potente Unión Soviética.
Tras su ajustada caída 1-2 en el cierre ante Uruguay, los colombianos enfrentaban a la oncena del gran arquero Lev Yashin, acompañado por gente como Ivanov, Netto o Chislenko. Era el 3 de junio en el estadio Carlos Dittborn de Arica. Y todo empezó tan perfecto para los soviéticos, tanto como que a los 11 minutos iban 3 a 0 por Ivanov a los 8 y 11 y Chislenko a los 10. Aceros logró el descuento a los 21, pero la URSS siguió superior y Ponedelnik volvió a aumentar a los 56. Un 4-1 lapidario. ¿Lapidario?
Para cualquiera lo hubiera sido. No para esos bravos colombianos, que aprovecharon el relax de su rival y los errores de un Yashin que no estaba en un nada buen momento. A los 68, Coll ejecutó un córner y la pelota se le coló a la “Araña Negra”. Colombia se entusiasmó, el delantero Klinger fue imparable y Rada volvió a achicar a los 72. Faltaba un gol para la hazaña, y Klinger lo logró en el 76, tercero en ocho minutos para un 4 a 4 memorable, que casi se transforma en triunfo si el propio Yashin no salvaba su prestigio con una atajada en el cierre.
Los sorprendentes tricolores cayeron luego por un más lógico 0-5 con Yugoslavia, y la URSS eliminó a Uruguay, pero luego sería marginada por Chile en cuartos de final. Más allá de eso, once colombianos hicieron de ese humilde un inesperado tapado y grato de Chile 62.
Diego Martín Yamus
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