Brasil y Pelé no estaban solos en el Mundial de Suecia 58. Había una Francia superpotente, que tras una irregular fase inicial alcanzó las semifinales contra aquéllos. Y aunque no pudo con ese real ballet brasileño, sí cerró con un tercer puesto una campaña memorable. Lógica para un equipo que contaba con una ofensiva donde estaban Raymond Kopa, Roger Piantoni y el nacido en Marruecos Just Fontaine, autor de nada menos que 13 goles.
Ese 28 de junio en Gotemburgo, un día antes de la finalísima Brasil-Suecia, los eficaces galos trataban de reponerse de la derrota 2-5 ante los verdeamarillos frente a Alemania, campeón vigente hasta entonces, que también venía de caer de sorpresa ante los suecos. El árbitro argentino Julio Brozzi fue testigo de otra exhibición francesa y de Fontaine. Ya a los 15 minutos el centrodelantero del Reims abrió el marcador tras buena combinación, y aunque los alemanes alcanzaron a empatar por Cieslarczyk, primero Kopa de penal y luego Fontaine estiraron antes del descanso.
Y la diferencia entre un hambriento Francia y una alternativa Alemania se evidenció claramente en el segundo tiempo. Apenas reiniciaron Douis amplió a cuatro, y si bien el vigente Helmut Rahn descontó, reapareció Fontaine y con un doblete concluyó su soberbia sumatoria y un espectacular 6 a 3 por el tanto de Schafer. Era lo menos que merecía esa máquina que no pudo ser primera: un merecido podio.
Diego Martín Yamus
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