En la previa del partido entre el Ajax y el Maccabi Tel-Aviv por la Europa League, se desataron graves incidentes en la ciudad de Ámsterdam. Aficionados israelíes del Maccabi Tel-Aviv fueron agredidos y empujados al agua en la Plaza Dam, tras haber arrancado banderas palestinas de los balcones cercanos. Los episodios de violencia desencadenaron la intervención de la policía antidisturbios, que debió controlar una situación marcada por los gritos de «Free Palestine» y la tensión creciente en la zona.
La situación fue particularmente delicada, pues ciudadanos neerlandeses, molestos por las provocaciones, reaccionaron enfrentando a los simpatizantes del equipo israelí. Cabe aclarar que la hinchada del Ajax —un club con vínculos históricos con la comunidad judía— no tuvo relación con estos incidentes. Informes desde Países Bajos también indican que uno de los agredidos y lanzado al agua sería un soldado de las fuerzas israelíes, lo que ha intensificado las repercusiones del incidente.
Dentro del estadio, las provocaciones continuaron cuando los aficionados israelíes abuchearon el minuto de silencio en solidaridad con la reciente tragedia en Valencia, lanzando también petardos ilegales. Esta actitud fue vista como un gesto de desafío en un contexto de alta tensión, ya que el gobierno español había cancelado un acuerdo millonario de venta de armas con una empresa israelí, lo cual ha añadido un componente diplomático a la ya conflictiva relación entre ambas naciones.
En lo futbolístico, el Ajax mostró un claro dominio, imponiéndose con un contundente 5-0 sobre el Maccabi Tel-Aviv, resultado que se vio eclipsado por los altercados fuera del campo.