Hinchas de River Plate no soportaron el fracaso de su equipo en el Monumental y apedrearon el ómnibus que transporta al equipo, además, fueron al hall a esperar a sus jugadores y en lugar de animarlos, los insultaron y amenazaron (foto: descenso de River 2011)
Télam. Una vez que el árbitro Diego Abal marcó el final, el clima, que de por sí ya había tomado un semblante `oscuro` durante el desarrollo del segundo período, se volvió más negro aún. Es que los simpatizantes `millonarios`, molestos por el resultado y, sobre todo, por el rendimiento exhibido por el equipo, no tuvo miramientos y descargó su bronca.
«Jugadores, la c… de su madre, a ver si se dan cuenta que no juegan con nadie» o el ya clásico «Oh que se vayan todos, que no quede ni uno solo» se volvieron «carne» entre el público riverplatense, que despidió con insultos y reprobaciones a los dirigidos por Ramón Díaz.
A esa altura, cuando la gente se desconcentraba, la voz del estadio elevó el nivel de los parlantes e impidió que se escuchara, con nitidez, la silbatina.
Inclusive, el público `millonario` tomó claro partido en contra del DT riojano y alabó con sus cánticos a David Trezeguet y Fernando Cavenaghi, dos de los goleadores de la entidad que, por diferentes circunstancias, se alejaron del equipo `millonario` y ya no pertenecen al plantel.
Como suele ser habitual, la gente tampoco se olvidó del presidente Daniel Passarella y le dispensó la mayoría de los insultos y silbidos.
Entonces, mientras se producía la desconcentración, la barra brava de River copó la playa interna de acceso a la platea San Martín y se dirigió hacia el ya famoso Hall del Monumental.
Como pasó en aquel superclásico con Boca Juniors (0-2) cuando el DT era el chileno Manuel Pellegrini o en un post-partido con Racing (0-1), con Matías Almeyda como entrenador, la gente `millonaria` no resistió la tentación de gritar y expresar su bronca.
Así, alrededor de 200 personas se congregaron en la zona circundante a donde se guardan los trofeos ganados y no dejaron `títere con cabeza`.
Insultaron a dirigentes y jugadores, por doquier.
Incluso, algunos fueron directamente a la agresión y rompieron los vidrios de un micro Flecha Bus, que usualmente transporta a los jugadores.
La Policía hizo los movimientos pertinentes, desalojó a los hinchas embravecidos y reinstaló la calma en el sector.
Fuente: Télam