El campeonato brasileño cerró su tercera jornada y el Flamengo cosechó apenas un punto, lo que enfureció a su «torcida» que lo fue a esperar al aeropuerto para presionarlos.
Un grupo de hinchas de la «torcida organizada», o barra brava, fue a buscar al equipo dirigido por Valderlei Luxemburgo para insultarlos e increparles el mal comienzo.
Al acompañarlos hacia el ómnibus le gritaban «No somos Vasco», «Flamengo es mi vida», entre varios improperios y amenazas.
La gente pide el despido del técnico, quien el próximo domingo por la cuarta fecha, deberá rendir un examen en el superclásico brasileño ante Fluminense.
@lostribuneros