Entró en el quinto minuto del alargue por la final de la Copa de la Liga ante el Manchester City. Desapareció del partido y su equipo cayó por penales en Wembley. Suma otra medalla de plata en una carrera plagada de vicecampeonatos.
Se presta para la burla. No hay dudas. Medios de esos que tienen mucha plata, al igual que un puñado de periodistas de la «élite», de esos que ganan mucha platita, se llenaban la boca pidiendo que el «Pipa» sea reincorporado en la selección. A los cuatro vientos lo tildaban de ganador porque pasó por los mejores equipos del mundo y porque entró en la prestigiosa Premier League haciéndole dos goles a un equipo de relleno.
Todos se aventuraban y ensalzaban a un futbolista que tiene el celular de Dios, porque gana millones de dólares, pero que, seguramente, deberá tener una vitrina casi vacía porque nunca aparece en las bravas.
Contra equipos menores éste se agranda y no se puede creer que medios hegemónicos del deporte lo ponderaban porque había dado vuelta un partido ante un club de Luxemburgo, sí así como lo leés. En época del Milan.
Tras su llegada a la Premier, el Pipita sufrió la humillación del histórico 6-0 sobre Manchester City, una derrota con Manchester United que los relegó en la tabla de posiciones.
Ahora, el «Pipita», en la final por la Copa de la Liga, fue suplente y lo mandaron al campo ni bien comenzó el alargue. Pero, lejos de ser un líder, hizo lo que nos tiene acostumbrado, que fue borrarse del encuentro.
Chelsea perdió la final desde los penales en Wembley, ante el City.
#FutbolxESPN Que patee el eximio pateador de penales Pipa Higuaín,seguro gana el Chelsea. pic.twitter.com/v5j2vFOHc5
— Matías Ibaceta A. (@MatasIbacetaA1) 24 de febrero de 2019
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