Como era de prever el «Pipita» no la pasó nada bien en una ciudad donde fue ídolo; despechada, la afición del Napoli se encargó de hacérsela pasar mal desde que llegó hasta que abandonó el campo de juego. Terminaron 1-1 y no anotó.
Jugó los 90′ y le robó protagonismo hasta a los propios jugadores del local Napoli. Gonzalo Higuaín retornó al San Paolo pero como jugador de un rival acérrimo como lo es Juventus, algo que no fue perdonado por los sureños.
Miles de aficionados se encargaban de que pierda la pelota cada vez que la tenía gracias a gritos y silbidos ensordecedores, también hubo banderas con el número 71 que representa el «excremento» y otros tipos de improperios contra el francés nacionalizado argentino.
Lo curioso del juego fue que quienes no exhibieron banderas y optaron por ignorarlo al Pipita fueron los ultras, ubicados en la cabecera local.
@lostribuneros