El terremoto de 2010 marcó un antes y un después en todos los aspectos de la vida en Haití. Y el fútbol no quedó exento: tuvieron que reconstruir canchas, volver a formar equipos y preparar a sus representativos nacionales.
Pero con mucho esfuerzo y dedicación, en estos nueve años han logrado sentar las bases de un balompié juvenil que ya comienza a madurar. Y las noticias buenas comienzan a llegar: recientemente clasificaron a la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Brasil 2019, dejando en el camino nada menos que a Honduras.
Actualmente, su emblema es Richelor Sprangers. Delantero de buena altura, con velocidad, que juega en el NAC Breda de Países Bajos. También destacan jugadores como Arcus Carlens en Francia o Josue Duverger en Portugal. Ninguno pasa de los 22 años y todos juegan con el firme objetivo de volver a vivir los años setenta y las grandes actuaciones de les Grenadiers (incluyendo su presencia en la Copa Mundial de la FIFA Alemania 1974).
Un 2019 de emoción
Actualmente, se encuentran en el peldaño número 100 de la Clasificación FIFA/Coca-Cola, tras solo un amistoso disputado este año ante Cuba (2-1), logrando gracias a esto terminar en primer lugar del clasificatorio a la Liga de Naciones de la Concacaf 2019- 20. Pero esa es solo la calma que antecede a la tormenta. A partir de ahora afrontan una intensa época del año, con un calendario repleto.
Previo a la Copa Oro 2019, jugarán un partido contra Chile, quienes se preparan para la Copa América. A mediados de junio, comenzará el reto de la máxima competición de selecciones de la Concacaf. Ahí compartirán el Grupo B con Costa Rica, Nicaragua y Bermudas.
«El pueblo haitiano recurre al fútbol en busca de esperanza y su apoyo nos hace más fuertes. Esperan que le podamos ganar a países más grandes. Es por eso que llevamos la bandera en alto, ya que representamos el orgullo nacional. Creemos, luego de ver lo que pasó en nuestro último partido ante Cuba, que podemos usar el apoyo de la gente y tener éxito en la Copa Oro», afirma Marc Collat, seleccionador de Haití.
Y de eso no hay duda. Han sabido sobreponerse a las dificultades y crear una unión indisoluble entre todos. ¿Hasta dónde llegará el sueño que comenzó a forjarse tras la tragedia? ¿Cuántas alegrías más le traerá el fútbol al pueblo de Haití?
¿Lograrán volver a estar entre los mejores 50 de la Clasificación FIFA/Coca-Cola? Las respuestas solo el tiempo las tiene. Pero la voluntad, las ganas de superarse y de triunfar, serán el motor de un equipo que seguramente incomodará a más de uno.
Fuente: FIFA
Diego Martín Yamus.
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