El bochorno del domingo pasado le costó caro a un Pedro Troglio que debió hacer de tripas corazones para poner en la cancha a su oncena, que acabó con amargura en campo del «Taladro».
Un trabajo de años, desecho en apenas 10′. El entrenador del Lobo, en silencio y con bajo presupuesto, supo solidificar a un Gimnasia y Esgrima que venía teniendo buena performance en estos últimos tiempos, sin ser descollante, pero haciéndose respetar.
Sin embargo, un momento de estupidez de sus futbolistas, les complicó el campeonato. La batalla campal contra sus rivales de Estudiantes, el domingo pasado en el José María Minella por un juego amistoso, fue capaz de destrozar a un equipo.
Gimnasia perdió en esa batalla a medio equipo; el Tribunal de Disciplina decidió que seis jugadores deberán purgar por sus actos; Pedro Troglio, sin muchas herramientas debió resignarse y armar un equipo improvisado.
Facundo Castillón y Jorge Valdez Chamorro habían arreglado con el club y se estaban por poner a punto para debutar en pleno campeonato, pero, este caso de fuerza mayor, obligó al entrenador a ponerlos en la cancha sin, siquiera, haber entrenado como corresponde.
Los juveniles Luciano Perdomo y Matías Noble, debieron entrar «verdes» a la cancha, debido a que no estaban en los planes de Troglio, por su falta de experiencia y, poco a poco, iban a ir alternando hasta ganar minutos.
Maximiliano Coronel, Maximiliano Meza, Fabián Rinaudo; Roberto Brum, Javier Mendoza y Nicolás Mazzola fueron los suspendidos, debiendo ser reemplazados por Mauricio Romero, Jorge Valdez Chamorro, Facundo Castillón, Ezequiel D’Angelo, Luciano Perdomo y Matías Noble.
«Hicimos foco en lo psicológico», contó Pedro Troglio tras la derrota con Banfield por 2-0, y agregó «hay mucha tristeza en todos».
Gimnasia estaba preocupado por la marcha del Nacho Fernández, y pensaba en como ocupar su espacio, ahora, deberá pensar en como ocupar siete lugares en el campo.
@lostribuneros