Tras la aparición de Egipto en Italia 34, debieron pasar 36 años para que África se mostrara en un Mundial. Las primeras eliminatorias continentales pusieron a Marruecos en el de México en 1970. La selección del Norte no era la más potente, pero contaba con talentos como Ahmed Faras, Driss Bamous, Mohamed El Filali o Houmane Jarir. Pero ninguno de ellos fueron tan héroes como su número 11, el puntero izquierdo Maouhoub Ghazouani, que daría el primer punto para África en la historia mundialista.
Nacido en 1948 en Hay Mohammadi, Casablanca, había empezado de juvenil en el Tihad Athlétique Sport de la ciudad, de donde pasó al poderoso FAR de la capital Rabat, segundo mayor ganador del país. Con apenas 21 años, el delantero se destacó de tal forma que comenzó su camino con los Leones del Atlas, debutando el 9 de febrero de 1969 en un amistoso contra Hungría, en Casablanca, que Marruecos perdió 1-4 y donde Ghazouani marcó el gol de los suyos. Sólo cuatro días después, fue parte del triunfo sobre Senegal 2-0 en desempate en Las Palmas, España, que les permitió seguir adelante en las eliminatorias de México 70. Jugó dos partidos más con Argelia para ir a la Copa Africana de Naciones, en los que fueron eliminados, y otros tres por la ruta al Mundial. Y para cerrar su primer gran año, el 28 de diciembre en su ciudad natal le marcó a Bulgaria en una sensacional victoria marroquí por 3 a 0, presagio de lo que vendría meses más tarde.
El de 1970 sería su entrada en la historia. Ya lo empezó con su primer campeonato de liga con el FAR, con buena ventaja sobre el Sidi Kacem. Era lógico que el yugoslavo Blagoje Vidinic, técnico de la selección, lo incluyera entre los 22 viajeros a su primera Copa del Mundo. Ghazouani era uno de los seis del club de las fuerzas armadas, junto a Ben Kassou, Lamrani, Bamous, Fadili y EL Khiati. Con 22 años, Vidinic lo colocó como titular junto a Said Ghandi y Jarir en la delantera, y en el debut en el Campo Nuevo de León, el 3 de junio, entre los tres le dieron trabajo a la tremenda Alemania Federal, subcampeona mundial, que tuvo que transpirar para dar vuelta el gol de Jarir a sólo diez minutos del final. Ese día el joven fue reemplazado por El Khiati a los 55 minutos. Pero jugó los 90 el 6 contra Perú, en un digno 0-3 que al descanso iba igualado sin goles.
Con el equipo ya eliminado, faltaba el último encuentro para completar el Grupo 4, frente a Bulgaria, también sin chances. Aquel 11 de junio, con el arbitraje del portugués Antonio Saldanah Ribeiro, ante 12.299 personas en León, los búlgaros comenzaron mejor y Dobromir Jetchev abrió el marcador a los 39 minutos. Pero a los 15 del segundo tiempo, apareció Ghazouani y con un remate de zurda marcó el 1-1. Fue el primer punto para África en un Mundial, el primer gran instante de lo que el continente sería capaz años más tarde de hacer. Esa tarde, los históricos marroquíes fueron Hazzaz; Fadili, Benkhrif, Khanoussi, Slimani; Maaroufi, Bamous (Choukri 46´), El Filali; Ghandi, Alaoui (Faras 73´) y Ghazouani.
Su carrera continuó exitosa, ya que en 1971 fue subcampeón liguero con el FAR, perdiendo por sólo dos puntos con el RS Setttat. Y el 5 de diciembre se tomó la revancha ganando su primera Copa del Trono, la copa local, ante el MAS Fez en el Stade d´Honneur de Casablanca, ya que tras igualar 1-1 con los dos tantos en los minutos 118 y 120, se impusieron 8-7 por tiros desde el punto penal. Siguió en la selección, para la que jugó su primera CAN, en 1972 en Camerún, donde actuó en dos encuentros y Marruecos quedó afuera en la primera fase. Y fue titular indiscutido en los Juegos Olímpicos de Munich, en los que jugó cinco de los seis cotejos que les tocaron, llegando a la segunda ronda semifinal. Ese 72, el 3 de diciembre, conquistó su último gol para su país y fue también importante, ya que significó el primero del triunfo 2-1 sobre Senegal, de visita en Dakar, para seguir de ronda en las eliminatorias del Mundial de Alemania 74. Finalmente, en 1974 vistió por última vez la camiseta nacional, en un amistoso el 1 de marzo en Riyadh con Arabia Saudita que terminó sin goles, sumando en total 23 partidos y 4 tantos. Seguro, ninguno tan grande como el de esa tarde mexicana que Maouhoub Ghazouani hizo historia, para él y para África.
Diego Martín Yamus.
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