Un gesto sacado de contexto puede convertirse en un fenómeno viral en segundos. Eso fue exactamente lo que le sucedió a Gisela, una hincha de Banfield, durante el entretiempo del partido de su equipo contra Tigre. Las cámaras de la transmisión televisiva la captaron conversando animadamente con una amiga en la tribuna, pero sus intensas gesticulaciones fueron rápidamente malinterpretadas en las redes sociales, generando una ola de bromas y especulaciones ajenas a la realidad.
Sin embargo, detrás de lo que parecía una anécdota trivial de fútbol, había una historia personal y profunda.
La realidad detrás de los gestos
Ante la viralización del video, fue la propia Gisela quien salió a aclarar el contexto de la conversación. Lejos de las connotaciones que se le habían asignado en redes, ella estaba relatando una experiencia de salud personal.
Gisela explicó que, de hecho, estaba contándole a su amiga que se había realizado una mamografía de control. Desde hace año y medio, debe controlarse unos nódulos mamarios, y sus gestos —aquellos que fueron sacados de contexto— eran simplemente parte de la explicación sobre su experiencia con los estudios médicos preventivos. Afortunadamente, aclaró que los resultados de sus últimos estudios habían sido positivos.
«Hagamos viral la prevención»
Lo que comenzó como una situación incómoda y un ejemplo de los peligros de difundir contenido descontextualizado, se transformó rápidamente en una poderosa oportunidad. Gisela y el Club Atlético Banfield decidieron tomar el control de la narrativa y convertir la viralización en un mensaje de salud pública.
Aprovechando la difusión del video, lanzaron una campaña de concientización sobre la importancia de los chequeos médicos regulares para la detección temprana del cáncer de mama. Gisela, como protagonista, pidió reflexionar antes de compartir contenido sin conocer la historia completa, pero sobre todo, impulsó una nueva consigna.
El mensaje final de Gisela, adoptado por el club, fue contundente: “Hagamos viral la prevención”.
Un gol para la concientización
La historia de Gisela es un ejemplo notable de resiliencia y de cómo el fútbol y la sociedad pueden unirse para transmitir mensajes que salvan vidas. El club transformó el episodio en una invitación activa, promoviendo charlas sobre la importancia de los controles.
Diversos medios y profesionales de la salud destacaron el caso como un ejemplo de comunicación efectiva en la prevención del cáncer de mama. Así, un viral superficial se convirtió en una poderosa herramienta de concientización, visibilizando la importancia de los controles de salud y demostrando el impacto positivo que puede tener el deporte en la sociedad.