Por Fernando Czyz, canchallena.com
Los modelos son el español (Liga Nacional de Futbol Sala) y el brasileño (Liga Nacional de Futsal). Luego de la histórica consagración por primera vez como campeón mundial en Colombia,el futsal argentino buscará aprovechar «su» momento con la refundación de la liga, que pugna por cierta autonomía administrativa y financiera de AFA para conseguir maximizar los beneficios.
«El futsal puede generar ingresos superavitarios y vamos a presentar un proyecto para tener una liga acorde a una selección campeona del mundo», le contarona LA NACION desde la Comisión de Futsal.
Desde mayo se iniciaron conversaciones con varios actores involucrados. Uno de ellos es Matías Rodgers, presidente de Kimberley y una de las personas de mayor confianza y ex socio en Vorterix de Mario Pergolini. La idea es llevar adelante este proyecto que pretende aumentar los sponsors y patrocinio, además de buscar una pantalla importante en la agenda televisiva y profesionalizar los planteles.
«Salvo los planteles de Boca, Barracas Central, San Lorenzo, Independiente y River o algunos jugadores de los referentes de Barrio como Pinocho, Kimberley o 17 de Agosto, el resto de los federados de futsal no pueden vivir del deporte», esgrimen desde la Comisión de Futsal, que con la creación de la Liga aspiran a iniciar un camino de profesionalización que demandará al menos dos años.
El objetivo es que los 65 clubes federados (18 clubes para el torneo A, 17 para el B, 30 en el C) en una competencia de tres categorías, constituyan una estructura dentro de la AFA, pero con autonomía administrativa y financiera de los propios recursos que la actividad genere. «Si nos dejan nos autofinanciamos y vivimos con nuestras ganancias. Es más: hasta podríamos pagar los sueldos de los cuerpos técnicos de las selecciones», se anima a vaticinar un histórico dirigente de la disciplina como Damián Dupiellet.
El proyecto de la nueva liga de futsal argentino, además, tiene por objeto la promoción de la disciplina en el interior del país, donde compite con el fútbol de salón, en una vieja disputa que tiene más de 30 años. Por eso, la idea es buscar un carácter federal más allá del anual torneo que organiza hasta hoy el Consejo Federal, que para la edición 2017 en Río Grande tendrá un récord de inscriptos con 24 equipos.
Actualmente, la Comisión de Futsal y Fútbol Playa (según su nombre real en AFA) tiene un muy bajo perfil y está integrada por representantes de los cinco clubes «grandes» del fútbol, más Banfield, Barracas Central y Ferro. El presidente es Damián Dupiellet (Ituzaingó) y el vicepresidente para el Futsal, Oscar Ríos (h), dirigente de Boca.
Estos dirigentes se encargan de velar por la integridad de los 64 clubes que compiten en cada temporada en el certamen de AFA y destinan gran parte de su día en una diminuta oficina del quinto piso del edificio de Viamonte a organizar las programaciones, las habilitaciones de estadios y a la venta de pelotas que se utilizan en cada partido de Liga.
El nuevo escenario también prevé profesionalizar el área dirigencial y los cuerpos técnicos, para tener como requerimiento haber concluido el curso que se dicta en la Escuela de Técnicos ATFA para estar al frente de un plantel.
En el futsal argentino soplan vientos de cambio, bajo la impronta del primer título mundial de la historia.
Diego Martín Yamus.
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