Un hecho de lo más curioso se produjo en el fútbol profesional brasileño. El conjunto de Sapucaiense estaba en su cancha disputando un partido por el campeonato gaúcho de segunda división cuando de pronto la policía irrumpió en el banco de suplentes, mientras la pelota rodaba y el reloj marcaba 15′ de juego.
El poco público presente en el estadio Arthur Mesquita Dias no daba crédito a lo que veía. Los policías, todos de civil, fueron directamente al suplente Marlon Natanael, le dieron la voz de prisión, lo esposaron y se lo llevaron uniformado como estaba a un patrullero para ponerlo a disposición de la justicia.
Marlon fue encontrado culpable de participar en varios secuestros perpetrados en la capital del estado, Porto Alegre, distante a 30 km.
De acuerdo al inspector César Carrion, de la policía portoalegrense, el futbolista «ya había sido apresado el año pasado por reducción de un auto».
«No había manera de localizarlo de ninguna manera. Sabíamos sí que iba a jugar, entonces creímos que lo mejor sería ir al partido y esperarlo. Lamentamos haber interrumpido el partido para apresar al joven», dijo el comisario.
Por su lado Marlon se defendió durante la detención: «Soy jugador de fútbol, no tengo nada que ver. Mirá como estoy, soy jugador de fútbol», respondió airadamente, pero sin resistirse, de acuerdo a medios brasileños.
El futbolista había participado de varios secuestros en la capital gaúcho, uno de ellos perpetrado en el pasado mes de febrero terminó en un feroz tiroteo en torno a un shopping center. Además, fue identificado por un víctima, a quien habían secuestrado y le sacaron, además del auto, dinero y otros efectos de valor.
Marlon tiene apenas 21 años de edad y una muy buena proyección como futbolista, si bien, su sueldo era de algo más de 1000 reales, unos 320 dólares.
@lostribuneros