La provincia de Tete, ubicada al noroeste de Mozambique, celebra un torneo muy especial entre diferentes regiones; Jindal África, una empresa minera, se encargó de auspiciar el certamen.
Mozambique puja por dejar de ser intrascendente en el mundo del fútbol y su crecimiento se va notando paulatinamente con un Ferroviario Beira que llegó lejos en la África Champions League la pasada temporada.
Atrás también quedan las frescas cicatrices de una guerra civil que se llevó arriba de un millón de vidas, y con un acuerdo entre los líderes políticos del partido gobernante y el opositor, más la ONU, que el país del este africano mira hacia el futuro, y desde el balompié comienza a renacer.
Son frecuentes los campeonatos barriales, especialmente en la provincia de Tete, que, para mejor logró un inédito e inesperado título en la temporada 2017 cuando la Hidroeléctrica de Songo se alzó con el trofeo de la prestigiosa Moçambola (Mozambola) -torneo de primera división- y se dio el gusto de jugar la África Champions.
Las comunidades de Cahora Bassa, Marara, Nhamadzanidzani, Cassoa, Nhantsanga y Jindai, se ven las caras en lo que denominan «Campeonato Recreativo», lo que promete contagiar a todo el país a llevar algo así, por debajo de la prestigiosa Mozambola y de las categorías de ascenso del país lindero al océano Índico.
Los mozambiqueños siguen reclutando, pero ahora no son soldados para la guerra, sino futbolistas para las batallas dentro de los campos de juego.
Redacción de Tribunero y colaboración (fotos y datos sobre el torneo) de Isaque Timóteo desde Moatize, provincia de Tete, Mozambique.
@lostribuneros