Brasil vive un domingo especial. Termina la mayoría de los campeonatos regionales para darle la bienvenida al campeonato brasileño 2015, el «Brasileirâo». Habrá clásicos y finales con rivales que son la «revelación».
El fútbol brasileño tiene magia. Los estaduales tienen la belleza de cortar con los de «siempre» y que un modesto equipo del interior pueda alzarse con el codiciado trofeo, ganado generalmente por los capitalinos.
El año pasado en San Pablo, el modesto Ituano de Itú les pateó el tablero a los multimillonarios equipos paulistanos, llegado a la final ante otro rival que no es capitalino, pero si grande: Santos. Ituano, contra todo pronóstico, se alzó con el título de campeón Paulista.
Hoy, todo cambia. Llegó nuevamente el poderoso Santos, y el millonario y popular Palmeiras es su rival. Habrá clásico.
En Río de Janeiro no hay sorpresas, pero sí clásico. Hace tiempo que se acabó la hegemonía de «Fla-Flu», ya que ninguno de los dos más populares llegó, sino que los otros dos grandes están peleando por el trofeo del Carioca; Botafogo defiende el título ganado el año pasado, mientras que Vasco quiere quedarse con el «caneco» (copa), como dicen por esos lados.
Coritiba es el amo y señor del fútbol paranaense. El popular «coxa», mayor ganador de la historia, tiene que encarar una parada dura ante un rival que no estaba en los cálculos de nadie: Operario de Ponta Grossa.
La temporada pasada el campeonato Paranaense fue definido entre dos clubes del interior: Londrina y Gremio Maringá, ganado por los primeros. Este año, el mejor equipo de la historia llegó a la final y cayó en el partido de ida ante los «fantasmas» por 2-0. Este domingo el verde y blanco deberá revertir en el mítico Couto Pereira.
Gre-Nal. Es superclásico gaúcho que no será un partido más, ya que ambos se verán las caras por la segunda final del «Gauchâo 2015». Por la ida, jugada en campo de Gremio, igualaron sin goles. Inter, el más popular de Río Grande do Sul, y club más laureado a nivel estadual, espera no defraudar a la multitud que empujará desde las grades del Beira Río. Gremio, dirigido por Scolari, sufre menos presión y podría sacar partido.
Atlético Mineiro la tiene difícil pero no imposible ante el sorprendente Caldense, equipo desconocido para nosotros, que proviene del interior. Se terminó la racha de un Cruzeiro que fue puesto de rodillas, en repetidas ocasiones, por un «Gallo» que le gana como quiere.
Por la ida, Atlético y Caldense igualaron sin goles. Los «atleticanos» la tienen servida en casa ¿habrá sorpresa?.
@lostribuneros