El equipo más popular del fútbol brasileño quiere volver a jugar en su casa, Río de Janeiro, como sea. Por eso, su directiva decidió comenzar las gestiones para oficiar de local en un estadio de rugby.
El Estadio Deodoro, que fue utilizado en los pasados juegos olímpicos para el rugby y la equitación, entre otros deportes, se convertirá en un estadio de fútbol. Flamengo quiere volver a su ciudad cada vez que juegue y planteó que lo hará en este escenario. La capacidad es apenas para 15 mil aficionados, pero igual así lo prefieren.
Mantener el estadio Maracaná les es muy caro a los clubes cariocas; Fluminense arregló con su rival de todas las horas Botafogo para compartir el estadio de éstos últimos.
La directiva del equipo del «Ninho do Urubú» (Nido del Buitre) está gestionando con el Ministerio de Deportes y el Ejército, propietario del Deodoro, para que quede como su cancha oficial por lo que resta de 2016 y el todo el 2017.
@lostribuneros