La Conmebol no sabe para qué lado correr. Una semana atrás daba por hecho que la final se jugaría en Santiago de Chile el próximo 23 de noviembre, que el presidente de los trasandinos Sebastián Piñera les daba las garantías de seguridad, sin embargo, las puebladas no paran y se planea otra protesta multitudinaria con más de dos millones de personas en las calles de la capital.
Ante esta inestabilidad, la Conmebol, planea finalmente decidirse por el estadio Centenario de Montevideo o «La Nueva Olla» de Asunción. Además, se pospondría una semana más, es decir que se jugaría el sábado 30 de noviembre.
Como el ente con sede en Asunción es impredecible, al mejor estilo de una caja de sorpresas, también baraja la posibilidad de mudarse a Miami o Qatar.
Esto último no es descabellado porque cuando el año pasado se dijo «Madrid», se creyó que era un delirio, y al final terminaron jugando en la cancha del Real Madrid.
@lostribuneros