El destino quiso fútbol primero y ceremonia después. Nada de música ni de videos, el destino quería a la pelota girando y a la hinchada empujando desde las tribunas. El destino permitió, finalmente, que haya otro tipo de fiesta en el flamante ‘Campeón del Siglo’.
Peñarol, el miércoles por la noche, pudo llevar a cabo la fiesta de inauguración de su nuevo estadio, conmemoración que se iba a llevar a cabo el pasado domingo pero, por capricho del las consecuencias climáticas, debió posponer.
Música de todo tipo y para todos los gustos, alegría, sorpresas, emociones y recuerdos por doquier.
¡Sueño cumplido para el mundo carbonero!