Una pelota bien jugada marcó el rumbo de la final y el rumbo de la vida de una jovencita de 23 años. Era abril de 2012 cuando los representativos de Botafogo y Vasco da Gama dirimían en trofeo de la Copa Río, perteneciente al Campeonato Carioca.
La lectura y comprensión del partido le jugaron a favor a Fernanda Maia, la alcanzapelotas, que al tercer minuto del encuentro. Iban apenas tres minutos de juego cuando el Botafogo trató de sorprender de contra al Vasco da Gama, sin embargo en ese intento de sorprender la pelota se fue por la banda lateral, pero, antes de que el lateral se resigne a esperar que se arme la defensa vascaína, recibió un balón de manera rápida, inesperada, de la joven profesora de educación física para sacar rápido para Márcio Azevedo, éste tomó mal parada a la defensa y allí estaba solitario el “Loco” Abreu para anotar el primer tanto del encuentro, que gracias a esa ventaja terminó 3-1 y con el trofeo para los botafoguenses.
En una entrevista con ‘Jogo Extra’, Fernanda Maia recordó cómo comenzó su carrera como alcanzapelotas y cómo se sintió después de su papel crucial en la final de 2012. «Estaba en esa función durante tres años, siempre en esa línea lateral. Todos los fines de semana, los sábados y los domingos, no solo en los partidos del Botafogo, sino también en los del Flamengo y Fluminense porque el Maracaná estaba cerrado. Cuando había rotación, me ponían en el Botafogo porque me gustaba y era mi club de corazón».
«Cuando era alcanzapelotas, había otro chico que le daba el balón al jugador. Me di cuenta de que eso aceleraba el juego y comencé a hacer lo mismo. En casa, veía repeticiones de los partidos en los que trabajaba para ver cómo había actuado. En realidad, ya había hecho esa jugada varias veces con otros jugadores, pero no la habían aprovechado. Ni siquiera vi el gol en ese momento (risas), tuve que bajar las escaleras para recuperar el balón que había sido despejado y solo escuché el grito de la multitud», explicó.
Aunque su papel como alcanzapelotas solo duró unos pocos años, Fernanda dijo que siempre recordará con cariño su tiempo en el estadio. «Fue una experiencia increíble. Nunca olvidaré esos días en el campo», concluyó.
Actualmente Fernanda tiene 34 años, se desempeña como comentarista de fútbol y es la voz del estadio Caio Martins.