La escasa convocatoria pone de relieve los obstáculos que enfrenta el fútbol femenino para captar la atención del público en Argentina.
En un evento que pretendía ser un hito para el fútbol femenino argentino, el clásico de Avellaneda entre Independiente y Racing, disputado en el Estadio Libertadores de América, dejó al descubierto los desafíos a los que se enfrenta esta disciplina en el país. Con una capacidad locativa de 48.069 espectadores, el partido apenas logró convocar a unos escasos 200 aficionados, según nos informan los colegas de Diario La Futbolista.
La baja asistencia no solo refleja una falta de interés, sino que también resalta la falta de difusión mediática y el desconocimiento generalizado de la versión femenina del clásico. A pesar de que los pesos pesados de Avellaneda se enfrentaban en el campo, la mayoría de la gente no tenía conocimiento de este encuentro de alto nivel.
El frío y la poca promoción, además de ser pactado para un lunes, contribuyeron a que el partido pasara sin pena ni gloria. En un contexto en el que el fútbol femenino necesita ganar terreno y reconocimiento, la baja convocatoria genera preocupación. El caso de Independiente resulta aún más llamativo, ya que tuvo que abrir su estadio y encender la iluminación artificial, lo cual aumentó los costos sin obtener una compensación significativa en cuanto a asistencia.
En contraste, otro encuentro entre Estudiantes de La Plata y Belgrano de Córdoba logró atraer a aproximadamente 500 espectadores, aunque también representa un número bajo considerando las capacidades de los estadios y el potencial de público en el país.
El fútbol femenino en Argentina se enfrenta a múltiples desafíos. La falta de un modelo de negocios sólido y la difícil situación económica que atraviesa el país dificultan que los clubes inviertan en infraestructura, entrenamientos, pensiones y salarios para atraer jugadoras de alto calibre. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) se encuentra en la tarea de implementar medidas que impulsen el desarrollo y la promoción del fútbol femenino, pero aún hay un largo camino por recorrer.
Expertos y aficionados coinciden en la importancia de una mayor difusión y promoción mediática, así como la necesidad de horarios adecuados que permitan a los aficionados asistir a los partidos. Además, se requiere una mayor inversión tanto del sector público como privado para desarrollar programas de formación, infraestructuras de calidad y competiciones atractivas que capten la atención de los espectadores.
El bajo interés en el clásico de Avellaneda femenino sirve como un recordatorio de la importancia de abordar estos desafíos para garantizar el crecimiento y la consolidación del fútbol femenino en Argentina. La comunidad futbolística y las autoridades deben unirse para promover un cambio positivo que permita superar las barreras existentes y brindar a las jugadoras y aficionados una experiencia futbolística plena y equitativa.