La sorprendente eliminación de la selección de Irak de la Copa Asia de Catar desató un escándalo aún mayor cuando periodistas locales intentaron agredir físicamente al técnico español Jesús Casas tras la derrota ante Jordania, que se selló con dos goles en los minutos finales del encuentro.
El inesperado revés provocó una reacción visceral por parte de los reporteros iraquíes, quienes no pudieron contener su indignación y buscaron confrontar al entrenador español. La situación se volvió tensa y caótica antes de que la policía interviniera para calmar los ánimos y proteger la integridad de Casas.
Entre la indignación y la sorpresa, el técnico español expresó su frustración ante el inesperado desenlace y la reacción violenta de los periodistas: «Ese es el apoyo que le dan a la selección iraquí y a su país», declaró, visiblemente afectado por el incidente.
Este lamentable episodio resalta la pasión desmedida que rodea al fútbol y la presión a la que están sometidos tanto los jugadores como los entrenadores en competiciones de alto nivel como la Copa Asia. Además, pone de manifiesto la importancia de mantener la calma y el respeto en todo momento, incluso en situaciones de adversidad.