Esas perlitas tiene la Copa Libertadores. Una Conmebol que ata muchas cosas con alambre, como suele suceder en nuestro continente, y equipos que no dialogan entre ellos.
Grêmio Porto Alegrense esperaba en la cancha al Guaraní de Asunción para jugar la revancha por octavos de final de la Copa Libertadores. Los aborígenes, insólitamente, entraron al campo con camiseta celeste clara y blanca en lugar de su tradicional amarilla y negra a bastones.
La terna arbitral iba a comenzar el encuentro, pero fueron advertidos que la similitud de los colores podrían confundir, incluso a los espectadores.
De ahí, rápidamente, corriendo, debieron entrar los árbitros que estaban de amarillo y negro, y los de Guaraní para volver a su casaca tradicional aurinegra.
En la cancha el Grêmio se impuso por 2-0 y será rival de Palmeiras por cuartos de final.
@lostribuneros