El clásico neerlandés tuvo un desenlace muy emocionante, ya que el Ajax se impuso al Feyenoord por 2-1 por la jornada 21 de la Eredivisie en un partido que se decidió en los últimos instantes. Un gol de Kenneth Taylor en el tiempo añadido selló el triunfo de los «ajacied», que ahora se sitúan a solo dos puntos del líder PSV. La victoria, conseguida en el Johan Cruyff Arena, reafirma la fortaleza del Ajax en la Eredivisie y envía un claro mensaje a sus rivales en un encuentro lleno de intensidad y nerviosismo.
El partido comenzó con un Ajax que se mostró agresivo en busca de abrir el marcador, y en el minuto 37 Brian Brobbey adelantó a los locales. Sin embargo, el Feyenoord no se quedó atrás: Quentin Timber empató el encuentro con un gol tras una jugada bien orquestada. La tensión fue en aumento y, aunque el Feyenoord tuvo oportunidades para forzar el empate, especialmente después de que Wout Werghorst fallara un penalti en el minuto 75, fue en la recta final cuando Ajax demostró su temple.
En una última acción, una internada que culminó en un preciso centro desde la derecha de Anton Gaei fue aprovechada por Kenneth Taylor, quien, tras incorporarse desde atrás, batió a Timon Wellenreuther para marcar el gol decisivo en el minuto 94. Con este triunfo, el Ajax no solo se queda con el clásico, sino que también refuerza su lucha por el título de la Eredivisie, apuntándose como uno de los contendientes más serios en una liga que promete emociones intensas hasta la última jornada.
La victoria de Ajax se produce en un contexto complicado para el Feyenoord, que atraviesa una mala racha con cuatro resultados consecutivos poco favorables, lo que agrava sus problemas en la lucha por evitar la zona de descenso. Mientras tanto, el Ajax, a pesar de algunos tropiezos en la segunda mitad, mostró efectividad y determinación, lo que le permite proyectarse como un equipo que, con constancia, puede romper la hegemonía de la parte alta de la clasificación.
Este resultado marca un subidón de confianza para el Ajax y envía un claro mensaje al resto de la Eredivisie: en el fútbol neerlandés, cada clásico cuenta, y los pequeños detalles en los momentos finales pueden definir el destino de una temporada.
