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En un duelo épico celebrado en el Estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero, Rosario Central logró alzarse con el título de la Copa de la Liga al derrotar a Platense con un marcador ajustado de 1-0. El encuentro, marcado por la intensidad y la emoción, presenció el triunfo de los Canallas gracias a un magnífico golazo de Maximiliano Lovera en el minuto 40, otorgándoles un merecido campeonato después de más de tres décadas.
Bajo la dirección magistral de Miguel Ángel Russo, el equipo rosarino demostró un juego dominante que pudo haberse traducido en un margen mayor en el marcador. El talento deslumbrante del mexicano Luca Martínez Dupuy y la destreza del colombiano Jaminton Campaz resplandecieron como piezas clave en esta victoria histórica.
En contraste, Platense, dirigido por Martín Palermo, experimentó su primera incursión en una final, un logro destacable en su trayectoria. Sin embargo, su camino hacia la gloria se vio empañado por la expulsión del defensor Gastón Suso a falta de apenas dos minutos para el cierre del partido, dejando al equipo con diez jugadores en el campo.
A pesar del ímpetu del Calamar por igualar el marcador, Central se mantuvo firme, aunque no exento de sufrimiento innecesario en los minutos de descuento.
El partido también estuvo marcado por una serie de lamentables lesiones. El delantero de Platense, Mateo Pellegrino, sufrió una grave lesión tras un choque con un rival de Central, mientras que los Canallas también vieron caer a Damián Martínez (tras el choque con Pellegrino), Agustín Sández y Tomas O’Connor, incrementando el dramatismo de un encuentro ya cargado de emociones.
Con este triunfo, Rosario Central asegura su participación en la Copa Libertadores 2024, consolidando su regreso al escenario internacional.
