Histórico triplete del «Lucho» Suárez y tremenda goleada del Barcelona sobre Real Madrid por 5-1, en el Camp Nou. Sería el fin de Lopetegui. Décima fecha de La Liga. Los culés lideran solitarios.
Cristiano Ronaldo debe estar a las carcajadas este domingo en su casa en Turín. Seguirá así seguramente el lunes y recordará a Florentino Pérez que lo dejó ir. Real Madrid lo extraña, y cómo.
Barcelona, sin Messi en la cancha, demostró ser un equipo sólido e independiente de tal o cual figura. Con Rafinha en lugar del astro rosarino, el conjunto barcelonés supo cómo jugarle a un Real Madrid que es una lágrima.
Ernesto Valverde trabajó muy bien el partido y supo cómo generar fútbol. Aprovecharon las debilidades y errores del rival y se cuidaron de las fortalezas, especialmente en las subidas de los defensores Sergio Ramos y Marcelo.
La puja jugada en el Camp Nou y por la décima jornada de La Liga arrancó con un rápido gol de Philippe Coutinho, tras una jugada a todo vapor por la izquierda del ataque, un desborde, pelota servida para su entrada frontal y gol.
La ferocidad del Barça llegó al VAR. Luis Suárez caía en el área merengue, la tecnología le mostró al referí que Varane lo había derribado; penal y gol del uruguayo.
Luego del segundo gol el conjunto culé se floreó y bien pudo haber anotado algún gol más ante un Real Madrid que no reaccionaba.
Para fortuna merengue el primer tiempo acabó y allí Julen Lopetegui quitó al defensor Varane y puso en la cancha a Lucas Vázquez.
Valverde no hizo cambios. Afirmó determinados puntos en busca de la goleada, sin embargo, no todo lo que brilló fue oro para Barcelona.
Real Madrid los puso en un arco y rápidamente, a pura garra y corazón el defensor brasileño Marcelo puso el gol del descuento.
Con ese aliciente, los madridistas vieron que si entró una podrían entrar más. Presionaron, buscaron, forzaron, y hasta una pelota de gol pegó en la raíz del palo y caminó paralela a la línea de gol y no entró porque allí no estaba Cristiano Ronaldo.
Era una tromba Real Madrid, pero el gol del empate no llegaba. Valverde leyó bien el partido y sacó a Rafinha, para poner al portugués Nélson Semedo. Mudó la forma de jugar de su equipo, quien se replegó, pero lo para pegarle de punta y cuidar un agónico 2-1, por el contrario, fue para agazaparse.
Philippe Coutinho se fue y su lugar lo ocupó el francés Dembélé, y un minuto después cambió radicalmente el partido.
Sergi Roberto a toda velocidad se la puso al «Lucho» que entraba como una tromba, el uruguayo la cabeceó y dejó sin asunto a Courtois: 3-1.
Ese gol desconcertó a los merengues. Benzema que la había peleado ya no aparecía, Ramos era una máquina de cometer errores en su puesto, pese a sus remates e intentos de gol cada vez que iba al frente.
El desconcierto se adueñó del Madrid y Sergi Roberto se la puso de nuevo al uruguayo Suárez, este quedó tapado por un muy buen cierre del belga Courtois, pero evidentemente miró algún video del checo Panenka, porque al estilo de éste, definió, es decir: se la picó.
4-1 iba Barcelona. Marcelo, la gran figura del Madrid se lesionó y le dio su lugar al hispano-dominicano Díaz. Por Barcelona, Valverde le dio unos minutos en la cancha a Arturo Vidal, quien reemplazó a un casi tocayo, Arthur.
El chileno tenía hambre de gol y la pudo saciar apenas tres minutos después, anotando el quinto y definitivo tanto.
Si bien el resultado puede sonar hasta exagerado, pero los goles se hacen, y no se merecen, ley más vieja que el fútbol.
Barcelona monopolizó la liga aunque le respira la nuca el Atlético, tres puntos por debajo, y que su rival de ciudad Espanyol se anotó en la lucha. Real Madrid, con 14 puntos cayó a la novena ubicación.
- Barcelona 21
- Atlético 19
- Espanyol 18
- Alavés 17
- Sevilla 16
@lostribuneros
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