¿COMO MANEJAN LOS PAULISTANOS?

Podríamos equiparar con el fútbol y hasta hacer una analogía de cómo es el tránsito en un gigante como lo es San Pablo comparado con otro grande (aunque no tan monstruoso) como lo es Buenos Aires.

El respeto por el peatón es algo que en Buenos Aires nunca existió y tristemente a cotidiano recibimos noticias sobre alguna desgracia ocurrida por la negligencia de los conductores. La pregunta es ¿y San Pablo como anda?.

San Pablo, igual que Curitiba tiene un sistema que es lento pero eficaz: el semáforo de giro. Es decir que el semáforo abre para el tránsito normal y el de peatón se cierra para que la gente no cruce y los coches puedan doblar sin problemas, luego de un ratito se pone el “hombrecito” de color verde y se puede cruzar con confianza (hasta ahí nomás). El problema de esto, es que a veces se pierde un tiempo enorme y mucha gente prefiere cruzar corriendo, algo totalmente repudiable porque ponen en juego sus vidas.

Los choferes paulistanos doblan las esquinas como si fuesen víctimas de alguna persecución o adictos a los videojuegos; son mucho más temerarios que los argentinos aunque no tan negligentes.

Gente hablando por celular mientras manejan hemos visto, pero no en la cantidad que lo vemos día a día en Buenos Aires y alrededores; no se pasan tantos semáforos en rojo como lo hacen en el conurbano bonaerense o en la propia capital, aunque a veces pensamos que lo hacen hasta por deporte. En San Pablo se tiene algo más de conciencia en ese sentido, lo que no quiere decir que haya desubicados que lo hagan, pero en líneas generales se comportan con mayor prudencia.

Un punto a favor del chofer argentino (el porteño y de alrededores de la capital) es que a la hora de doblar una esquina, en su mayoría, lo hacen a velocidad moderada; es cierto que no respetan ni ahí al peatón, pero al menos, en líneas generales no lo hacen a 60 km/h.

Los brasileños son de manjar rápido, pero otro punto a favor: el 80% enciende el giro para anticipar la maniobra.

En el caso de los colectiveros. Son gente amable pero están tan “limados” como lo están los porteños aunque no dejan de ser amables cuando alguien les hace una pregunta, más si se trata de un extranjero. Eso sí, pasan luces en rojo al igual que los nuestros. Nada que envidiar.

Brasil todavía aplica el sistema de guarda, al que denominan cobrador; éste se ubica casi en la mitad del colectivo y frente a él (o ella) hay un molinete al que llaman “catraca”.

El hecho de tener un guarda, le facilita muchas cosas al colectivero, quien debe preocuparse por manejar, embarcar y desembarcar pasajeros y punto.

El boleto es caro, vale 3 reales algo así como 6,60 argentinos; el subte vale un poquito más.

Justamente, hablando de subte, podemos decir que nos dio placer andar en el “metró” de San Pablo, es higiénico, vienen con aire acondicionado, los trenes son modernos (o lo aparentan bien), tiene buena frecuencia y llega a puntos estratégicos de la ciudad.

Los tacheros. Bueno, no hemos andado en taxi porque la verdad es que el precio es prohibitivo, por lo tanto con los chicos nos hemos dedicado a caminar y mezclarnos con el público que sale a trabajar y a ganarse la diaria.

Lo que podemos decir es que no “molestan” tanto al tránsito como lo hacen en Buenos Aires con ese andar cansino por las grandes avenidas. Si hacen valer su derecho de circular por el carril de buses cuando tienen pasajero. Por la derecha los hemos visto andar al ritmo del de los coches particulares. Existen varias paradas ubicadas en diversos puntos de la capital paulista y según nos han informado: no hay mafias.

No obstante ese fue nuestro punto débil y prometemos para la otra edición averiguar cómo es el sistema. En este momento nos vamos a embarcar en un ómnibus que nos llevará a la ciudad de Curitiba y tenemos seis horas de viaje, pero retornaremos a San Pablo el próximo lunes para el miércoles emprender el retorno a nuestra querida Argentina.

Los motoqueros parecen tener una  licencia para hacer lo que se les antoje, aparecen de cualquier lado y directamente no saben, o no les han explicado, para que están las luces del semáforo.

@lostribuneros
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