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En Uruguay, el fútbol del interior no tiene tanto lugar en las divisiones más importantes de la AUF. Es por eso que en 1946 se creó la OFI (Organización del Fútbol del Interior) para promover el deporte en el rico marco de tierra adentro del país vecino. Entre otros campeonatos, se juega desde 1951 y cada verano el de selecciones representantes de cada departamento, el equivalente a la provincia en la Argentina. Un certamen que no sólo es muy popular y con buena cobertura mediática, sino que (según los que lo siguen de cerca) es cuna de futuros cracks.
En nuestro país, es cierto, el interior (más grande que el de Uruguay) cuenta con los torneos Federal A y Regional Amateur (ex Federal B) más las ligas de cada pueblito de cada una de las 24 provincias. Sin embargo, le haría muy bien imitar a la OFI. Imaginemos un certamen con los combinados de cada provincia, con clásicos fuertes regionales, los del Norte, los del Noroeste, los del Litoral, los del Sur. Un Tucumán-Salta, un Salta-Jujuy, un Catamarca-La Rioja, un Chaco-Corrientes, un Entre Ríos-Santa Fe, un Córdoba-San Luis, un Río Negro-Chubut, un Santa Cruz-Tierra del Fuego. O cualquiera de ellos contra Buenos Aires o Capital Federal, con esa injusta grieta de porteños y provincianos que llega al fútbol. Sería de gran interés, arraigo en cada liga, mucho público lo seguiría, con el fervor que hay en el interior, tal vez el gobierno local apoye (como lo hace a veces con los clubes) a su selección.
En lugar de estos inventitos de cumpleaños como la Copa de la Superliga, la Supercopa y la Copa de la Recopa que «la nueva AFA» quiere imponer, sería beneficioso para nuestro devaluado balompié el desarrollo a lo largo del país. Porque está más que visto que las demás ciudades proveen de jugadores, de cracks y de formadores a Buenos Aires y sus aledaños. Sería bueno, ya que imitamos todo, copiar lo que en un lugar más chico como Uruguay tan bien y con tanto éxito hacen.
Diego Martín Yamus.
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