Independiente con diez hombres y plagado de suplentes le ganó a Racing el ‘Clásico de Avellaneda’ por la décima fecha de la Superliga. El joven arquero del equipo vencedor se marchó lesionado y llorando. Gol anulado a Racing y polémica.
No fue un partido para el olvido. No fue un clásico de esos que entran a ver qué pasa. Fue un clásico donde ambos equipos dieron lo mejor y jugaron a cara de perro. El resultado tal vez no fue justo, pero fue lo mejor porque el fútbol es un juego de estrategia y gana quien meta más goles, no importa como.
Racing, con todo el público a su favor, anotó un gol ni bien comenzaba la brega por medio del ‘Pulpo’ González, pero el referí a instancias del linesman anuló la conquista entendiendo que era posición adelantada. Jugada fina que hubo que verla en varias ocasiones y con diferentes cámaras, algo que la terna arbitral no pude contar aún, por lo tanto el árbitro se debe llevar la derecha.
El equipo de Diego Cocca fue amo y señor del juego, pero un grosero error en la mitad de la cancha, en la salida, del volante Sergio Vittor quien perdió la pelota con un Leandro Fernández que corrió hacia el área y conectó una pelota cruzada que acabó en el 1-0 para Independiente.
La algarabía le duró poco al Rojo porque a los 34′, es decir, cuatro minutos después del gol, el defensor Rodrigo Moreira vio su segunda amarilla por repetición de faltas sobre Lautaro Martínez, y los dejaba con diez en la cancha.
Ariel Holan debió rearmar la estructura de su equipo que iba arriba. Racing, sabedor de que su adversario estaba diezmado se paró en los penales. La ansiedad y la tensión complicaron a los locales, quienes generaron situaciones de gol que no lograban concretar. Independiente por su parte inquietó poco, pero en una hizo lucir a Juan Musso.
El complemento fue todo de la Academia. Diego Cocca puso toda la carne en la parrilla, sacó volantes como el «Cacha» Arévalo Ríos para ganar mayor peso ofensivo, pero el arco quedaba chico. Hubo intentos de gol que paralizaron los corazones de la afición porque daba la sensación de que la pelota se metía en el arco pero de última terminaba pasando de largo. Ni la experiencia del «Licha» López pudo con ese arco de siete metros que se achicó como pocas veces.
Independiente, colgado del travesaño e intentado rematar el encuentro, tuvo una clara por medio del Burrito Martínez, pero poco no fue gol.
Racing bombardeó el arco, les sacó chichones a los defensores rojos. Para peor, los Diablos debieron lamentar la lesión del pibe Gonzalo Rehak, quien debutaba, quien debió abandonar la cancha a los 82′, cediéndole el puesto al veterano arquero Damián Albil.
Los Diablos Rojos supieron jugar con los nervios del rival. Metieron el gol. Ganaron y punto. Y, como al ‘Diablo’ le gusta meter la cola, ahora el que está por quedar marginado de Racing es Diego Cocca, el técnico.
Independiente está sexto por el momento con 18 puntos, mientras que Racing cayó a la posición 16 con 12 unidades.
@lostribuneros