Mucho se habla en la prensa argentina sobre el River-Boca y los grandes medios lo califican como «el clásico más importante del mundo» pero estuvimos hurgando en la internet, además de contarlo por experiencias propias en el exterior y podemos afirmar que esto no es tan así.
Los medios masivos de comunicación argentinos, igual a los brasileños tienen a «emborrachar» a sus espectadores.
Cada vez que se juega un Boca-River en Argentina los dueños del ráting nos hacen creer que el mundo está parado y expectante de este trascendental partido. Todos pensamos que en el punto del planeta que pisemos la gente va a estar en los bares, sus casas o donde haya una televisión o radio para no perderse este partido. Pero en verdad no es así.
En Brasil sucede lo mismo y lo viví en carne propia en 1993, cuando Palmeiras y Corinthians se vieron las caras por la final del Campeonato Paulista. El relator de la Rede Globo, Galvâo Bueno, vendía el partido como si este fuese la final del Mundial. Afirmaba que el planeta estaba en vilo por este trascendental juego, que prácticamente 90 países y 23 idiomas (por dar una cifra porque ese detalle me lo olvidé con los años) estaban prendidos al partido.
Ni corto, ni perezoso en ese momento me contacté con parientes y familiares que vivían fuera de Brasil y muy futboleros ellos me respondieron: «La verdad que ni idea que de ese partido».
Si ustedes navegan por la Internet y buscan diarios deportivos de todo el mundo, muchas veces ni figuran estos partidos, en el caso de River-Boca puede existir entre las noticias en algún «cuadrito» (allá abajo como se dice popularmente) pero en medios de países limítrofes.
River-Boca no es el tema trascendental afuera, ni siquiera el tema de conversación. Esto se magnifica en Argentina porque estos dos equipos cautivan al 50% de la población o talvez a un poco más.
Flamengo y Fluminense es un gran clásico, sin dudas, Peñarol y Nacional son los más viejos pero en muchos casos un Boca-River pasa en la prensa como pasó los otros días con un Colo-Colo vs Universidad de Chile: se habló poco y nada.
@lostribuneros