Generalmente, muchos futboleros llaman Mundial a la fase final en un solo lugar durante un mes y días, o dos lugares como sucediera. El Mundial, formalmente denominado Copa del Mundo de la FIFA, es el de la adrenalina, el mate ante el televisor, la estufa, las banderas, la gigantesca vida mediática. La expectativa por ganar el título.
Pero aclaremos para que no oscurezca. El famoso Mundial de un mes es la fase final de un largo proceso de donde 31 selecciones se juntan al organizador, Qatar en 2022, por el título de campeón. Para que quede mejor explicado, 210 países no pueden jugar un torneo en un escenario y en un mes. Entonces se van eliminando, filtrando hasta dar forma a la competencia mayor. Pero eso no significa que el proceso no sea parte del o mismo. El Mundial es Mundial con el primer minuto del primer partido de la eliminatoria, por más risueño que suene que ése sea Mongolia-Brunei.
Sí, ese 6 de junio de 2019, cuando en Ulaan-Baatar los mongoles fueron locales y batieron a su rival 2 a 0 por la ronda preliminar de Asia, comenzó el Mundial. Claro, nosotros los sudamericanos no estuvimos ahí frente a la TV, por más YouTube que haya, ni compramos banderas y gorros de los países, ni dejamos de trabajar a las cinco del a tarde para ver el partido. Pero así es la Copa del Mundo. De todo el mundo. De Mongolia-Brunei a un Argentina-Alemania o un Uruguay-Francia en 2022.
Diego Martín Yamus.
@lostribuneros