Brasil le ganó por penales a Alemania y su público lloró, sólo que de felicidad. Sumaron su primer medalla dorada de la historia.
A la Canarinha no le sentaba bien organizar un torneo de fútbol. Dos Mundiales organizaron y en los dos fueron humillados. Esta vez, salvando las distancias, cortaron la mala racha y por fin le dieron una alegría a su gente al vencer una final Olímpica.
Neymar se convirtió en el Pelé del equipo. El crack del Barcelona se puso el equipo al hombro y con justicia se alzaron con la medalla dorada.
En primera rueda tuvieron dos amargos empates sin goles y una desaprobación enorme por parte de su público, pero el destape vino en el tercer encuentro y de ahí en más el equipo no paró de crecer.
No fue fácil el juego con Alemania, pero al menos tuvieron actitud y suerte de campeón. El Maracaná lloró sí, pero esta vez fue de alegría.
@lostribuneros