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Es casi imposible comparar un 149 a 0 como el vergonzoso del AS Adema de Madagascar en 2002 (ver aparte). Pero para un país tan prestigioso como Argentina, lo sucedido en la fecha final del campeonato de 1963 entre independiente y San Lorenzo de Almagro también es para clasificar en el bochorno. El “santo” se sentó en la cancha del rojo y en protesta por el arbitraje y el de Avellaneda fue agradecido: ganó 9 a 1 y se consagró campeón sobre River.
El domingo 24 de noviembre, el Independiente animador pero aún no conquistador de la Copa Libertadores y el siempre fuerte Ciclón jugaban por la fecha 26 de aquel torneo de 14 clubes. El rojo le llevaba a River (local de Argentinos) dos puntos de ventaja y si vencía se consagraba. Sus sueños parecieron irse al suelo cuando ya en el minuto 20 el “Bambino” Héctor Veira abrió para la visita. Pero pasó lo que nunca debió pasar: el árbitro Manuel Velarde empezó a fallar a favor del dueño de casa y permitió el juego brusco de sus jugadores, por lo que Veira, Roberto “la Oveja” Telch y Páez debieron irse seriamente lesionados. Como reacción a lo que entendían una puesta en escena de Velarde, los de Boedo se quedaron sentados en el campo e independiente, ya de por sí muy eficaz, fue llenando de goles el arco del “Mono” Agustín Irusta. El genial Savoy marcó cuatro veces, el crack Bernao dos, Jorge Vázquez y Mario Rodríguez elevaron la cuenta a ocho, suficientes para que se ganara el título a pesar del 3-2 de River a Argentinos. Pero faltaba la amarga frutilla del amargo postre: a los 88, Oscar “Coco” Rossi emprendió una gran carrera pero para su meta y sacó un tremendo remate que decoroó el desastre, al que encima se agregó la expulsión de José Albrecht.
No fue, desde ya, el campeonato que el hincha de independiente recuerde con más cariño, porque paradójicamente le valió la entrada a la Libertadores que comenzaría a ganar. Por supuesto el tal Velarde fue suspendido seis meses por su sospechosa tarea. Otro ejemplo de cuando el bello fútbol no es lo que debe ser.
Fuentes: Infobae y Museo de San Lorenzo
Diego Martín Yamus.
