Jugaban por la jornada 10 del Torneo Clausura charrúa los representativos de Liverpool y Nacional cuando una tormenta, con granizo incluido, obligó al árbitro a dar por suspendida la puja. Ganaban los tricolores por 1-0.
El partido se jugaba en el estadio «Belvedere», propiedad del Liverpool, e iba ganando Nacional con un tanto del defensor Alfonso Espino. Promediando el complemento el referí decidió parar el juego durante los cinco minutos que duró la granizada. De acuerdo a informaciones provenientes de Montevideo, las piedras eran del tamaño de pelotas de golf.
Tras la espera y al ver que el granizo no se derretía y que tampoco se podían ver las líneas, es que las autoridades optaron por parar la brega.
El único partido que se pudo jugar completo fue Atenas 0-0 Danubio, jugado en el interior oriental.
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